Está en el valle de Ferreras, a 1.071 metros de altitud, entre elevadas peñas llamadas el Alvarado y el Castro, cruzado por un arroyo denominado Agueria. Pertenece al Ayuntamiento de Vegamián, a tres kilómetros de camino regular, partido judicial de Riaño a 35 kilómetros. Provincia y Obispado de León.
Limita al norte con Rucayo, al este con Vegamián, al sur con Ferreras de Vegamián, titulo que también dan a Quintanilla, y al oeste con la peña Forcada.
Tiene escuela mixta regular con casa para el maestro y electricidad de las Cuevas.
La iglesia tiene como titular a San Pedro Apóstol, y es del patronato del Marqués de Astorga. Pertenece al arciprestazgo de Lillo y Peñamián y es de clasificación rural. El edificio es de mampostería y armazón de madera, tiene dos altares, espadaña y dos campanas; el cementerio está contiguo a la iglesia y no tiene casa parroquial.
La fiesta principal es el tercer domingo de septiembre.
En Quintanilla, sobre el Porma , hubo un monasterio titulado San Salvador, del que era Abad en el año 1.000 don Gonzalo y estaba sujeto a Sahagún. Su parroquia fue filial de Campillo hasta el año 1.896.
Del “libro de elecciones de la Jurisdicción de Peñamián”, sacamos algunos nombres notables: los Canseco, con José, Juan y Antonio Canseco, fue muy notable don Manuel Reyero Coronel y don Manuel Perales; también Francisco Ruiz, Antonio Rodríguez y Juan García.
En el censo de Floridablanca del 1.786 le da 59 habitantes.
En el censo de 1.950, tenia 64 habitantes.
Poco más o menos como los demás pueblos; escasos cereales, patatas y legumbres. Tiene poco terreno y malo para el cultivo, pero buenos pastos con buen ganado vacuno, del que vende 14.500 litros de leche a la fábrica de Vegamián, y les produce 44.733 pesetas al año.