Esta situado a 1.o98 metros de altitud, en la margen derecha del Porma. Está asentado en una vega hermosa y formado por tres calles regulares, la principal en la carretera de Boñar, del que dista 15 kilómetros.
Pertenece al Ayuntamiento de Puebla de Lillo que está a dos kilómetros. Partido Judicial de Riaño que está a 25 kilómetros. Provincia y Obispado de León.
Las calles y las casas suben un poco por las laderas de las montañas, que llegan hasta el pueblo.
Tiene luz eléctrica de Cofiñal y escuela mixta, con casa para el Maestro.
Limita al norte con P Lillo, al este con Sancibrian y al oeste y sur con Armada y Utrero.
Sus principales montes son: Barbadillo, común con Utrero y Armada; Pandote, detrás del pueblo, es de roble, haya y acebo; más atrás, la famosa peña del Susaron, que da sombra al pueblo; Castrovalle y el cerro de Valberante, al otro lado del río.
La iglesia está situada a la izquierda, a la entrada del pueblo, y el titular es Santo Tomás; clasificación rural y pertenece al arciprestazgo de Lillo y Peñamián.
Es de una nave de 18,5 metros por 5,50 metros, toda de bóveda; un altar, espadaña y dos campanas. Tiene dos cementerios, el uno cerca de la iglesia y el municipal hecho en 1.897.
En tiempos pasados hubo dos ermitas, la de San Lorenzo de Namón y la de Nuestra Señora de Barbadillo.
En el país, se le llama generalmente El Campo; y que se le cita en el año 945, en que fue cedido por el Obispo Cisile al monasterio de Sahagún.
Hijos ilustres de este pueblo son: D Tristan del Riero González y Mencia Fernández.
El catastro del Marques de Ensenada dice, entre otras cosas, no hay pobres en este pueblo, ni jornaleros; no hay tabernas y el vino se vende por semanas en casa de los vecinos, y a esto llaman “corrida”.
El censo de Floridablanca en 1876 le daba 111 habitantes, de ellos: 1 cura, 24 hidalgos, 21 labradores, tres estudiantes y tres jornaleros y cuatro criados.
Pocos cereales, buenas legumbres y patatas. La riqueza principal es la ganadería y los pastos. El común de este pueblo tiene los puertos de Barbadillo, común con Utrero y Armada, y lo arrienda a D Francisco Bernardo Asenjo de Segovia, el puerto de Pandote que arrendaba a Benito Alfaro de Madrid.
Hubo antiguamente varios molinos en este pueblo, pertenecientes a varios vecinos y actualmente se conserva alguno.
Hay además dos talleres de carpintería, dos comercios y sobre todos las mina de carbón que le dan cierta importancia.