Amigos de la Montaña del Porma

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Miércoles 4 de Marzo de 2009

Refranes



     

      Lo que sigue es una pequeña mezcolanza de cantares, dichos, refranes,  localismos, sentencias, etc, que se utilizaban en nuestra zona de manera frecuente, y qué, por las razones que sea, van desapareciendo.  Algunos son originales de nuestros pueblos, otros, serán comunes al resto de la provincia o país. En cualquier caso,  son dichos que cuando los oímos, hacen que algo se nos remueva por dentro, y es que las raíces son profundas aunque parezcan casi muertas. 


A buen hambre no hay pan malo: Denota que cuando la necesidad aprieta no hay lugar para delicadezas.

A cada gocho le llega su San Martino. Lo decían de aquel que obraba mal y que más tarde o más temprano, le llegaría su castigo.

A caballo regalado, no se le mira el diente: Nos recomienda no ser exigente con aquello que nos dan de balde.

A Dios rogando y con el mazo dando: Nos recomienda que pongamos de nuestra parte todo lo posible para conseguir nuestras metas, sin esperar a milagros.

A falta de pan buenas son tortas: Ironía que nos enseña que el que no tiene nada, cuando logra alguna cosa debe estar contento.

Al mal tiempo, buena cara: Es conveniente recibir con tranquilidad y buen ánimo las contrariedades y reveses de las cosas.

Al revés te lo digo para que me entiendas: Demuestra que se ha entendido lo contrario a lo que se quería decir.

Allá donde fueres, haz lo que vieres. Significa que no conviene destacar sino seguir los usos y costumbres del lugar donde estés.

Andar a grillos: Se solía decir de los rapaces, cuando andaban por la calle en ocupaciones inútiles.

Ande yo caliente ríase la gente: Expresión de una persona para hacer bueno su propio criterio, defendiendo sus deseos, sin preocuparle los demás.

Año de nieves, año de bienes: El año que nieva mucho suele ser bueno en la cosecha de frutos; por otra parte la nieve, al fundirse paulatinamente, ceba las fuentes garantizando agua para todo el verano.

Antes la obligación que la devoción: Nos enseña que no debemos anteponer cosa alguna al cumplimiento de un deber personal y que antes es lo necesario, lo importante, que lo caprichoso y lo secundario.

Armar trastadas: Lo decían de los guajes. ¿dónde está el rapá? Haciendo alguna trastada

Buey suelto, bien se lame. Denota el agrado que encontramos cuando no estamos condicionados por otras personas.

Cada cosa en su tiempo, y los nabos en adviento: Enseña que las cosas, tienen cada una su tiempo y su momento oportuno, cuando son más valiosas o más sencillas de hacer, y que fuera de lugar y tiempo, pierden mucho.

Canta Modesto, de Armada: “Bota Tarna con Isoba, Lillo con Cofiñal, Redipollos con el Campo, Solle con San Cibrian, Armada va con Utrero, Lodares con Vegamián, Orones va con Pallide, Reyero y Viego juntos van, y Primajinas que va sola, por ser la mejor ciudad”

Cielo empredrao, suelo mojao: Nos advierte de la más que posible llegada de la lluvia

Cuando fue a dormir a Isoba, una mujer del oficio, preparó un gran estropicio con el uso del fornicio”.

Cuando el diablo no tiene que hacer, con el rabo espanta las moscas: Lo decías de aquel que ocupaba el tiempo en cosas poco importantes o inútiles.

Cuando mayo mayea, marzo marcea: Si en marzo hace buen tiempo, en mayo hará malo.

Cuando seas padre comerás huevos, ahora que eres hijo comerás cuernos: El padre de familia gozaba de unos privilegios que nadie podía discutir, mucho menos sus hijos.

Dar por sentado: Se suponía que algo había quedado suficientemente claro y que todos eran sabedores de ello.

Decían en Valdehuesa: El que alpargatas calza y de mujeres hace caso, nunca tendrá que comer y siempre andará descalzo.

De la ceca a la meca: Así decían de aquel que andaba monte arriba, monte abajo, prao pacá, prao pallá. Vanamente ocupado y sin provecho.

De tal palo, tal astilla: Acusar de su parecido, físico y humano, a sus orígenes.

Días de mucho, vísperas de nada: Desaconseja el despilfarro y la falta de previsión, que son causa segura de miseria terminada la buena racha

Del dicho al hecho, hay un buen trecho: Una manera de medir la distancia entre lo que se dice y lo que se hace.

Dichoso mes, que entra en todos los santos y acaba en San Andrés: Lo decían del mes de noviembre que comienza y termina con esas dos fiestas religiosas.

Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces: La vanidad nos lleva al encomio propio, incluso de manera injustificada.

Dímelo hilando: Advertencia a aquella persona que se detiene en sus quehaceres para liarse a hablar y descansar mientras.

Dios castiga sin palo ni piedra. Al malo le llega el castigo cuando menos lo espera y siempre de la forma más oportuna.

¿Dónde vas Vicente? Donde va la gente: Hace ver la falta de iniciativa y de personalidad, en aquel que no hace algo que se le ocurre, sino que hace lo que todos.

Donde se quita y no se pon, pronto se llega al hondón: Esta letanía era común oírla a nuestros mayores, refiriéndose a la conveniencia de ser previsores en los asuntos dinerarios.

Dormirse en las pajas: El significado en aquellos pueblos al menos, era descuidarse, no tener cuidado en hacer una labor. “Le paso eso por dormirse en las pajas”

Duro de mollera: Lo decían de aquel que le costaba entender las cosas y de aquellos que no se avenían a razones.

El burro delante para que no se espante: Critica la torpeza de aquel que, al nombrarse, se antepone a los demás.

El Concejo de Orones, que son trece vecinos y catorce conversaciones.

Echando chispas: Con esta frase ponderaban la velocidad, la rapidez en hacer las cosas las personas.

Echar más leña al fuego: Se referían cuando, para avivar un tema polémico, alguien añadía nuevos puntos de discordia.

El que con lobos anda a aullar se enseña: Advierte de la poderosa influencia que tienen las malas compañías para pervertir a la buena gente.

El día del Corpus Christi, no vayas a Cerezales, que andan los demonios sueltos por entre las calles.

El que mucho abarca poco aprieta: Aquel que pretende hacer muchas cosas a la vez, generalmente no hará ninguna bien.

El que no está acostumbrado a bragas, las costuras le hacen llagas: Se dice en tono de burla por lo doloroso que resulta cualquier esfuerzo para la persona que no está acostumbrado a hacerlo.

El que quiera saber, que vaya a Salamanca: Se le dice a aquel que quiere saber más de la cuenta de lo que no le importa.

En casa del herrero, cuchillo de palo: Quienes más fácil lo tienen para disponer o poseer de algo, generalmente carecen de ello.

En boca cerrada no entran moscas: Nos advierte sobre lo útil que a veces puede ser estar callado.

El cura de Vegamián le dijo al cura de Utrero: “no vuelvo a decirte Misa, sino matas un cordero”. Cantaba un célebre paisano de Utrero.

El hombre y el oso, cuanto más feo, más hermoso: Viene a decirnos que el aspecto físico no es para nada importante en el hombre, que otros valores como: la simpatía, la inteligencia, el sentido del humor, etc. son los verdaderamente importantes.

El día de Reyes en la cuadra lo conocen los bueyes: Se referían a que estos días comenzaban a crecer, notándose ya en más tiempo de luz.

El que calla otorga: Enseña que el que no contradice una afirmación en el momento oportuno, da a entender con ello que lo aprueba.

El que lejos va a casar, o va engañado o va a engañar: Se dice por lo conveniente que es que las personas que se van a casar se conozcan y se traten para luego no fracasar.

El que mata temprano, pasa buen invierno, pero mal verano: Refiriéndose a la matanza del cerdo.

El que pasa un día bueno no los pasa todos malos: Era frecuente oírlo en Lodares aquellos años que yo era rapaz (Julio Díez)

El que por la Fuente del Vasico pasa y agua no bebe, es que lleva más fame que sede. (Dicho de Armada)

En abril, aguas mil. Este mes era común la abundancia de lluvias

En agosto, el frío en el rostro. Con este refrán se daba a entender en nuestra zona que este mes comenzaba a hacer frío.

En noviembre y diciembre, cualquier palo prende.

Es más feo que Picio: No era otra cosa que ponderar la feura de alguien.

Eso son palabras mayores: Daban a entender que lo que se acababa de oir, entrañaba mayor gravedad de la que en un principio podía parecer.

Está alumbrado: Esta bebido

Está más oscuro que la boca del lobo: Lo decían de la noche cerrada, muy oscura.

Estar bien demás: Estar ocioso, sin hacer ningún tipo de actividad.

Este es la caraba: Lo decían sobre todo de aquella persona especialmente alegre y divertida.

Febrero: quien tiró a su madre río abajo y la buscaba río arriba.

Hablando se entiende la gente: Pone de manifiesto que la mejor manera de hacer desaparecer un conflicto o choque de pareceres, es el diálogo.

Hay gustos que requieren palos: Una manera de afirmar que determinados hechos, determinados gestos, son desacertados.

Hay moros en la costa: Recomendación de precaución con lo que se dice o se hace.

Hay ropa tendida: Indica extremar la cautela para evitar que alguno de los presentes venga a enterarse de algo que convenga ocultar. 

Hazlo echando chispas. “vete echando chispas”.

Idem de lienzo: Esta expresión la utilizaban mucho nuestros mayores y cuyo significado era “lo mismo”. El tío era un ladrón, el sobrino idem de lienzo.

La avaricia rompe el saco: Advierte que se puede frustrar el éxito de una ganancia, solo por las excesivas ansias de ganar más.

La cara es el espejo del alma: Nos da a entender que la buena o mala salud se manifestaba en el semblante.

La ociosidad es la madre de todos los vicios: Una manera de recomendar estar haciendo alguna labor.

Las penas no matan pero ayudan a morir: Aún no siendo causa directa de muerte, parece claro que los sufrimientos influyen directamente en la salud de los paisanos.

Lo comido por lo servido: Expresión de conformidad paciente con aquel asunto que al cabo de cierto tiempo no produce ni pérdidas ni ganancias.

Lo mismo peca el que mata que el que tira de la pata: Es igual de responsable el que ejecuta que el que consiente.

Le hizo la boca un fraile: Se dice de aquel que pide con insistencia y muchas veces

Lo poco agrada y lo mucho enfada: Es una manera de advertir que el exceso suele ser molesto aún en las cosas más gratas.

Lo que es bueno para el bazo, es malo para el espinazo: Una forma de advertir sobre algunos remedios, que si bien son buenos para una cosa no lo son tanto para otras.

Lo que no mata engorda: Expresión de consuelo, cuando por descuido te habías tragado algún alimento de dudosa calidad o falto de alguna higiene.

Lo que sea sonará: Se dice familiarmente para dar a entender que a su tiempo se demostrará una cosa o se conocerá lo que deba ocurrir.

Más vale llegar a tiempo que rondar un año: Nos indica que muchas veces es mejor tener suerte que insistir en buscarla.

Mucho miedo y poca vergüenza: Con esta frase se reprende al malvado que da señales de tener miedo al castigo pero no deja de cometer fechorías.

Manos que no dais, ¿Qué esperáis? Sobre la conveniencia de ser bondadoso

Marzo airoso y abril lluvioso, sacan a mayo florido y hermoso: Más que una afirmación era un deseo, pues así interesaba que fuera el tiempo en esos meses para asegurar tener buenas cosechas

Más vale maña que fuerza: A pesar de que éste último recurso era bien apreciado por nuestros mayores, también sabían que el ingenio valía más que la fuerza física.

Me contó Tasio Pereda, lo que muchas veces oyó recitar a su abuela: “ VALDEHUESA, buena gente por donde pasan los arrieros. FERRERAS para mentir, QUINTANILLA para enredos; RUCAYO para bailar las mozas y los mozuelos, CAMPILLO patas de grillo, ARMADA caza cagada, UTRERO para dar voces que parecen pregoneros, VEGAMIAN son los ladrones que nos roban el dinero, entre el Juez, el Escribano y el pícaro del Barbero” 

Mear agua bendita: Se dice de aquel que aparenta mansedumbre y mucha religiosidad.

Me hizo la pascua: Decían de aquel que había hecho lo contrario a lo que de él esperaban.

Meterse en camisa de once varas: En general lo decían de aquel que se inmiscuía en temas que ni le iban ni le venían.

Mientras vas y vienes no está el camino sin gente: Con esto nos decían que era preferible estar haciendo algo, aun no siendo importante, que estar tumbado al sol.

Mordedura de culebra, la pala y la candela: Entendían que la mordedura de cualquier culebra provocaría una muerte segura.

No hay mejor desprecio que no hacer aprecio: Cuando querían demostrar la poca consideración que les significaba la opinión de alguien.

No hay mejor lotería que el trabajo y la economía: Nos recomienda poner la ilusión y el empeño en cosas seguras que pueden aportarnos beneficios, como el trabajo y el ahorro, no en quimeras.

No la hagas no la temas: Advertencia de que por aquello que no has hecho, no pagarás castigo alguno, pero que por cualquier acto malintencionado que hagas, no te quedarás sin él.

No lo eches en saco roto: No te olvides de eso que te acabo de decir.

No quita lo cortés pa lo valiente: Nos da a entender lo compatibles que son la buena educación y el respeto a las personas, para defender cada cual sus ideas.

Nunca llovió que no parara: Se dice como voto de esperanza y de consuelo ante cualquier adversidad.

Oler a cuerno quemado: Se espera que de una cosa ya más bien mala, acontezca otra peor.

Pájaro de mal agüero: Persona que trae mala suerte.

¡Por los clavos de Cristo! Expresión con que se ruega algo encarecidamente .

Por mucho trigo, nunca fue mal año: Señala que la abundancia, si es cosa buena, no daña.

Primero Dios y luego todos los Santos. Se entiende por la conveniencia de dar prioridad a los asuntos más importantes.

¡Qué largo me lo fiáis! Indica que no nos fiamos de aquello que se nos promete, por ser demasiado extenso el tiempo propuesto.

Que si te vi no me acuerdo: Denota desagradecimiento hacia aquel con el que compartimos cosas en común y que cuando nos interesa le ignoramos.

Quien algo quiere algo le cuesta: Expresa el sacrificio y esfuerzo para conseguir lo que se desea.

Quien da pan a perro ajeno, pierde pan y pierde perro: Advierte de forma radical, que quien ayuda a los demás nunca será recompensado.

Quien la echó, que la quite. Esto es lo contestaban las gentes de Isoba, cuando les preguntaban si iban a espalar (abrir camino) después de una gran nevada.

Quien bien te quiere, te hará llorar: El verdadero cariño incluye la corrección de defectos y errores.

¿Quién te dio vela en este entierro? Se lo decían a aquel que se metía en asuntos que nada le importaban, o se entraba en una conversación a la que nadie le había llamado.

Sarna con gusto no pica: Se dice de aquellos que están dispuestos a pasar por todo con tal de satisfacer sus caprichos.

Se armó la de Dios es Cristo: Esto es lo que ocurrió en una reunión de mozos de Vegamián que querían cobrarle “el piso” a uno de Reyero que cortejaba en la villa. Todos gritaban y ninguno entendía nada; parece que en medio del jaleo, el de Reyero de dió las de Villadiego.

Ser el vivo retrato: Lo decían de alguien cuando pensaban que se parecía mucho a otra persona.

Se me fue el Santo al cielo: Lo diría aquel que, en una conversación, se le había quedado la mente en blanco.

Sopa en vino no emborracha, pero alegra a la muchacha: Sobre los efectos de la sopa de vino.

Sopicas y buen vino: Venían a decir que ante cualquier contratiempo en la vida, te lo tomaras con calma

Tan pronto absuelve como excomulga: Se dice de aquella persona caprichosa, que cambia con frecuencia de opinión.

Tanto tienes, tanto vales: En general, tenemos tendencia a considerar a la gente en función de su riqueza.

Tiene correa: Lo decían de aquella persona trabajadora

Todo el santo día: Cuando te echaban en cara lo que tardabas en hacer alguna cosa o en ir a algún lugar. “llevas todo el santo día para hacer eso”.

Todo nuestro gozo en un pozo: Lo decían para dar a entender que se había malogrado alguna cosa que se habían propuesto conseguir.

Todos los días queso y cada año uno: El queso en la montaña siempre fue habitual en la mesa y si era en Armada, la cosa tomaba cierta relevancia. Pero eran quesos muy fuertes, de vaca, oveja y cabra, así que convenía comerlo con moderación y por ello recitaban este dicho con alguna frecuencia, recuerda Modesto Rodríguez.

Torres más altas cayeron: Lo decía de aquellas personas omnipresentes, recordándoles que de los progresos humanos no se deben hacer muchos fundamentos, pues lo mismo vienen que se van.

Tumbarse a la bartola: Lo decían de aquel que estando al cuidado del ganado se había tumbado y dormido.

Una cosa es predicar y otra dar trigo: Indica que es más fácil aconsejar que practicar lo que se aconseja.

Unos por otros, la casa sin barrer: Se dice cuando dejamos algo pendiente sin hacer, a pesar de lo conveniente de hacerlo, pensando que será otro quien lo haga.

Va de capa caída. Este modismo en nuestros pueblos, lo solían decir de aquel que iba a menos su capital, o andaba fastidiado económicamente hablando.

Yo soy el Obispo de Roma y para que te acuerdes de mi toma. Esto te lo decían los “amigos” cuando éramos guajes. Lo siguiente sería darte un capón si te habías despistado, cosa que rara vez ocurría.