Domingo 30 ABRIL 2006
EL LOBO HA SIDO UNA CONSTANTE PESADILLA ENTRE GANADEROS Y PASTORES DE LA MONTAÑA DEL PORMA.
ESTE ANIMAL QUE NO SOLO MATA PARA COMER, TAMBIEN LO HACE POR PURO PLACER, HA DADO LUGAR A ROMANCES COMO EL QUE SIGUE, QUE TODOS, LOS MAYORES Y RAPACES CONOCIAMOS:
pintando la mi cayada,
las cabrillas altas iban
y la luna rebajada.
Mal barruntan las ovejas,
no paran en la majada,
vide venir siete lobos
por una oscura cañada,
venían echando suertes
cuál entrará en la majada.
Le tocó a una loba vieja,
patituerta, cana y parda
que tenía los colmillos
como puntas de navaja.
Dio tres vueltas al redil
y no pudo sacar nada,
la última vuelta que dio
sacó la borrega Blanca,
hija de la oveja Churra,
nieta de la Orejisana,
la que tenían mis amos
para el domingo de Pascua.
Aquí mis siete cachorros,
aquí, perra Trujillana,
aquí perro de los hierros,
a cobrar la loba parda.
Si me cobráis la borrega
cenaréis leche y hogaza
y si no me la cobráis
cenearéis de mi cayada.
Los perros tras de la loba
las uñas desmigajaban,
siete leguas la corrieron
por unas peñas muy agrias.
Al subir un cotarrito
la loba ya iba cansada;
tomad, perros, la borrega
sana y buena como estaba.
No queremos la borrega
de tu boca alobadada
que queremos tu pelleja
pa el pastor una zamarra,
el rabo por correas
pa que se ate las bragas,
de la cabeza un zurrón
para meter las cucharas,
las tripas para vihuelas
para que bailen las damas.